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«Como pedo de buzo» y otras expresiones de la política argentina que encierran falacias

La política argentina ha dejado en la historia decenas de frases que pudieron encapsular toda una época, muchas de ellas falaces. Ya sea en el buen o en el mal sentido, hay refranes que trascienden a lo largo del tiempo, como una lección de historia o simplemente una convención que encaja en la vida cotidiana. Una de las posibles candidatas para pasar a ser parte del «salón de la fama de las frases» es la que ofreció el presidente Javier Milei durante su discurso en la Fundación Libertad: «¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a subir como pedo de buzo».

El modismo utilizado por el presidente Milei podría preceder a un exitoso plan económico o, por el contrario, convertirse en una carga para el mandatario. Hasta el momento, la particular frase puede haber pasado al repertorio del presidente el cual demostró un riguroso y estratégico plan de comunicación al momento de conectarse con sus seguidores.

Menem, De La Rúa y Kirchner

De esta manera, la repercusión de esta frase tiene aires similares a las que pronunciaron diferentes mandatarios a lo largo de la historia argentina. Entre ellas se encuentran las del presidente más admirado por Javier Milei: Carlos Menem. En su momento, Menem pronunció una serie de eslóganes que fueron utilizados para juzgar de manera irónica su gestión. Comenzando su campaña con «¡Síganme, no los voy a defraudar!«, pasando a promesas más ambiciosas como «en dos horas viajaremos a la estratósfera» hasta llegar a «por los niños pobres con hambre y por los niños ricos con tristeza». Menem se convirtió en un refranero icónico de la década del 90.

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Por su parte, el presidente subsiguiente, Fernando De La Rúa, no interrumpió la racha de frases trascendentes. Sobre todo, con «no los voy a defraudar». Estas fueron las palabras que enfatizaron el contraste entre las expectativas del nuevo gobierno de coalición y la crisis económica desembocando en los disturbios sociales y la consecuente renuncia del presidente De La Rua en diciembre de 2001. Quedó inmortalizado su retiro con el cacerolazo y posterior retiro de Casa Rosada en un helicóptero el 20 de diciembre de 2001.

La era kirchnerista trajo otra impronta a la cultura política. Al presentarse ante la sociedad, no como una nueva posibilidad sino como la única opción con la capacidad suficiente para gobernar, el matrimonio Kirchner utilizó un estilo mesiánico de gobernanza el cual caló profundo en la sociedad argentina. Entre sus frases más emblemáticas y representativas del estilo comunicativo de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner fue la pronunciada durante la inauguración del gasoducto «Néstor Kirchner» según recoge la agencia de noticias Telam. La exjefa del Ejecutivo aseguró: «no fue magia», queriendo expresar los logros económicos y sociales del gobierno como no casuales sino productos de las políticas implementadas.

Esta frase de Cristina Kirchner puede interpretarse como una falacia de falso dilema en la cual se reducen todas las opciones posibles a solo dos, en este caso: magia o gestión eficiente. De manera implícita, la frase manifestó que la administración Kirchner es la única opción frente al azar, una estrategia sumamente eficiente entre sus seguidores. La expresión mantiene similitud con el falso binario dicho por Menem y De La Rúa.

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Similitudes retóricas

Más recientemente, el presidente Javier Milei presenta similitudes retóricas al adjudicarse la capacidad de solucionar la crisis económica producto del mal manejo de la «casta». Con palabras que repercutirán a lo largo de su gestión, el mandatario parece no diferenciarse mucho de la política que, según él, desea cambiar. Milei apuesta todas sus cartas a que sus palabras se conviertan en hechos, solo el tiempo dirá si no desciende a la trampa en la que todos sus antecesores cayeron.

En respuesta a la pintoresca metáfora del presidente Javier Milei sobre el crecimiento económico, Melina Wainstein, buzo certificada, clarificó un detalle técnico interesante: el traje de neopreno, utilizado por los buzos y hecho de caucho sintético, impide que cualquier flatulencia escape. Esta analogía encierra una falacia, a pesar de las buenas intenciones de comunicar la llegada de un ascenso inminente de la economía.

NotiPress/Axel Olivares