El dólar estadounidense (USD) ha terminado una racha de tres sesiones consecutivas a la baja, impulsado por resultados económicos mejores de lo esperado en Estados Unidos. Datos recientes sobre ventas minoristas y producción industrial han dado un respiro a la moneda estadounidense, en un contexto de alta incertidumbre sobre las futuras decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
Las ventas minoristas en Estados Unidos subieron un 0,1% en agosto de 2024, desafiando las previsiones de una caída del 0,2%. Asimismo, las cifras de julio fueron ajustadas al alza, mostrando un incremento del 1,1%. Entre los sectores que más contribuyeron a este crecimiento destacan las tiendas misceláneas con un aumento del 1,7%, los minoristas en línea con un 1,4% más, y las tiendas de salud y cuidado personal que experimentaron un alza del 0,7%.
De acuerdo con un análisis de Quásar Elizundia, Expert Research Strategist de Pepperstone, la producción industrial también mostró resultados alentadores, con un incremento del 0,8% en agosto, el mayor crecimiento en seis meses, superando las expectativas del mercado que anticipaban un aumento del 0,2%. Dentro de este indicador, la producción manufacturera, que representa el 78% del total, avanzó un 0,9%, mientras que la producción minera subió un 0,8%. En contraste, la producción de servicios públicos se mantuvo estable.
Estos indicadores han ayudado a aliviar las presiones sobre el dólar, que habían aumentado tras las especulaciones de un posible recorte «jumbo» de 50 puntos básicos en las tasas de interés por parte de la Fed. La evolución futura del USD dependerá en gran medida de las decisiones que tome la Fed en su próxima reunión, donde se espera que se definan tanto el tamaño del recorte como las proyecciones económicas para 2025.
Si la Fed opta por un enfoque más agresivo en la relajación monetaria, es posible que el dólar sufra una nueva debilidad. Por el contrario, una postura más cautelosa podría brindarle mayor soporte. Los sólidos resultados de ventas minoristas y producción industrial han dado un impulso temporal al dólar, pero el futuro de la moneda se mantendrá ligado a las decisiones de la Fed y a las perspectivas económicas en los próximos meses.
NotiPress/Patricia Manero