Con motivo del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, Amnistía Internacional publicó el informe Buscar sin miedo. En este, resalta la contribución de las mujeres en la búsqueda de personas desaparecidas en América Latina, con especial énfasis en México y Colombia. El informe de más de 60 páginas destaca tanto la importancia de estos esfuerzos como los riesgos que enfrentan las mujeres en esta labor.
La desaparición forzada es un problema persistente en América Latina. En México, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas estima que hay aproximadamente 104,626 personas desaparecidas, mientras otras 10,935 están clasificadas como ‘no localizadas’. En Colombia, la situación es igualmente preocupante, con alrededor de 200,000 personas desaparecidas, muchas de ellas víctimas del prolongado conflicto armado.
El informe subraya que en ambos países, las mujeres son las principales impulsoras de los esfuerzos de búsqueda. Estas mujeres, incluyen a madres, hermanas y esposas de los desaparecidos, quienes han tomado la responsabilidad de encontrar a sus seres queridos. Ellas se enfrentan a la constante ineficacia y la falta de acción por parte de los estados. Amnistía Internacional también menciona cómo son frecuentemente estigmatizadas y criminalizadas por sus esfuerzos.
Además de los desafíos sociales, el informe destaca los riesgos físicos y emocionales de la labor de estas mujeres. Edith Olivares, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, indicó que muchas de estas mujeres han sufrido daños considerables debido a las difíciles condiciones en las que realizan sus búsquedas, incluyendo problemas de salud física y emocional.
En Colombia, a pesar de los retos, las mujeres han logrado avances importantes en el reconocimiento de su labor. Una nueva ley en el país las reconoce como defensoras de derechos humanos y les otorga protección especial en su trabajo. Este logro es resultado de un extenso proceso de documentación y presión por parte de las mujeres colombianas, quienes registraron más de 500 casos de violencia sufrida por buscadoras.
Los riesgos mortales asociados con la búsqueda de desaparecidos son otras variables destacadas en el informe. Entre 2019 y 2024, al menos 16 personas fueron asesinadas mientras realizaban estas labores en México y Colombia, 13 de ellas mujeres. Este dato pone de relieve la peligrosidad inherente a esta tarea en una región donde la impunidad y la violencia son comunes.
Amnistía Internacional concluye el informe con un llamado a los gobiernos de México y Colombia para que fortalezcan la protección de estas mujeres y reconozcan plenamente su labor. También insta a la comunidad internacional a prestar mayor atención a la crisis de desapariciones forzadas en América Latina y a apoyar a quienes, en ausencia de acción estatal, continúan buscando justicia para sus seres queridos.
NotiPress/Noelia Acuña