La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) marcó un giro significativo en su política monetaria. Anunció un recorte de 50 puntos base en su tasa de interés, lo que deja el rango entre 4,75-5%. Este movimiento pone fin al ciclo de endurecimiento monetario más agresivo en cinco décadas, diseñado para combatir la inflación provocada por la pandemia de Covid-19. Esta reducción, la primera desde 2020, es vista como el comienzo de un ciclo de normalización de la política monetaria, con miras a estabilizar el crecimiento económico sin descuidar el mercado laboral.
Según un análisis de Quasar Elizundia, Expert Research Strategist de Pepperstone, la Fed comenzó de manera «agresiva» su ciclo de recortes. Esto cumple con las expectativas del mercado que preveían un «recorte jumbo» en lugar de una estrategia gradual.
Este ajuste se da tras haber alcanzado el costo del dinero su nivel más alto desde 2001″, explicó Elizundia, en relación al contexto de tasas elevadas que había prevalecido en los últimos meses.
Asimismo, la Fed tomó esta decisión en respuesta a la desaceleración en la creación de empleo y una inflación que ha retrocedido significativamente. El desempleo subió al 4,2% en agosto, mientras que la inflación cayó por debajo del 3% anual, alejándose del pico del 9,1% registrado en junio de 2022. Estas condiciones llevaron al Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) a ajustar su enfoque, con el objetivo de evitar una recesión y preservar el crecimiento económico. De acuerdo con las proyecciones de la Fed, el desempleo podría llegar al 4,4% para finales de 2024, un aumento respecto al 4% previsto en junio.
Jerome Powell, presidente de la Fed, subrayó en una conferencia de prensa que este movimiento refleja una «creciente confianza» en la capacidad del banco central para equilibrar la inflación y el crecimiento, apuntando a un retorno de la inflación al 2% en los próximos meses. En este sentido, el FOMC destacó que, si bien la inflación aún supera el objetivo, su trayectoria es positiva.
El mercado financiero reaccionó de inmediato a la decisión. El dólar estadounidense cayó, acercándose al nivel psicológico de 100, mientras que el oro, considerado un refugio en tiempos de incertidumbre económica, alcanzó un nuevo récord histórico, acercándose a los $2,600 por onza, impulsado no solo por la reducción de tasas sino también por la expectativa de un mercado laboral más débil.
Dicho recorte también forma parte de un ciclo de flexibilización más amplio, que según Elizundia, podría incluir hasta dos recortes adicionales antes de que termine el año. Esto se alinea con las expectativas del mercado de una reducción total de 100 puntos base en 2024.
Powell rechazó las críticas que afirman, la Fed ha actuado con retraso, asegurando, el banco central está tomando decisiones oportunas y se mantendrán vigilantes ante cualquier cambio en las condiciones económicas. La expectativa es que este ciclo de recortes marque una nueva etapa para la economía global, con importantes implicaciones para los mercados financieros, las empresas y los consumidores.
NotiPress/Patricia Manero