El sector energético del país se ve actualmente movilizado por dos noticias. En primer lugar, Yacimientos Petrolíferos Federales (YPF) anunció que, por primera vez en cinco años, aplicará una baja en sus valores de nafta y gasoil a partir del primero de octubre. Paralelamente, la petrolera boliviana estatal dejará de exportar gas a Argentina destinando su excedente a Brasil.
Como consecuencia de la caída del valor del petróleo que llegó a disminuir en un 6%, YPF informó que los precios bajarán un 4% promedio para las naftas y un 5% en gasoil, pero en el surtidor se verá reflejada una caída de 1% y 2%. La petrolera aseguró que, si el Ministerio de Economía no hubiera aplicado un aumento en los impuestos a los combustibles líquidos, los precios serían más bajos.
«Esta decisión se toma, fundamentalmente, en el marco de una caída de la cotización internacional del crudo Brent, que forma parte de la estructura de precios de todos los combustibles a nivel mundial. En los últimos ocho meses, YPF encontró un equilibrio entre los precios internacionales y los precios locales en surtidor que permite, de ahora en más, que estos últimos se suban o bajen en función de valor del crudo Brent y la evolución de los componentes de costo local», afirmó Horacio Marín, presidente y CEO de YPF.
Sin embargo, el Gobierno tiene planeada una suba de $10,79, lo que representaría un incremento en el precio de la nafta del surtidor de 1,02%. En cuanto al gasoil, el aumento sería de $9,55, lo cual la suba sería de 0,88%, esto se verá compensando con la baja del Brent.
Por otro lado, Armin Dorgathen, presidente ejecutivo de YPFB, anunció que, a causa del abastecimiento de Argentina por su yacimiento en Vaca Muerta, Bolivia le puso fin al contrato con el país concluyendo así con 60 años de abastecimiento. En su lugar, el gas excedente se venderá a la empresa brasilera Petrobras. La decisión llega en un momento crítico para la economía boliviana luego de que en 2023 la producción cayera a la mitad provocando una escasez de dólares.
Si bien no precisó los volúmenes de exportación a Brasil. Los últimos despachos a Argentina fueron entre 4 y 5 millones de metros cúbicos diarios. Por su parte, Brasil es el principal importador de gas boliviano desde 1996. Aunque el nivel de abastecimiento fue disminuyendo, esta vez podría aumentar con la nueva redirección de la exportación.
En definitiva, el sector energético argentino enfrenta un momento de transformación con estos dos anuncios clave. Ambos hechos reflejan el dinamismo y los ajustes que enfrenta el sector, tanto a nivel nacional como internacional.
NotiPress/Axel Olivares